Amo.rosa.mente : Due帽os con un CoCo a todo color.
Est谩bamos Kuko y yo disfrutando del jard铆n huertano, cuando un inmenso perro y otro que podr铆a ser su pulga comenzaron a olernos y a sub铆rsenos. Kuko como siempre se mantiene un tiempo al margen, yo para compensar y disculpar su chulesca timidez les doy mimos por los dos.
Los perros multiplican por vete t煤 a saber cu谩nto lo que reciben, as铆 que tras lo que pensaba yo que iban a ser s贸lo unos instantes de agradecimiento por tomarse la molestia de venir a saludarnos, se convierte en un movid贸n de lametazos y saltos que nos paralizan un buen rato aun con la aparici贸n nada estelar de sus due帽os. S铆, tambi茅n es verdad que Kuko y yo no somos precisamente imponentes.
S贸lo les falt贸 presentarse, pero por ellos lo hicieron sus amos. Cristina y su padre me presentaron en pocas y claras palabras a "Gordo" y "Lola". Con un perro del tama帽o de "Gordo" y un gato en casa no cab铆a posibilidad de hacerse de otro perro. Pero 茅rase una perra en un principio elegida para ser "entrenada" como perro de pelea que termina, tras una cuchillada de orejas, abandonada en plena nieve en Bullas.
Ahora su destino m谩s inmediato es pasear suelta con su familia y con su guardaespaldas "Gordo" por la huerta y el malec贸n murciano. A veces uno puede permitirse el lujo de pensar que por cada hijo de puta hay un 谩ngel.
(Click en las fotos para Zoom)
Los perros multiplican por vete t煤 a saber cu谩nto lo que reciben, as铆 que tras lo que pensaba yo que iban a ser s贸lo unos instantes de agradecimiento por tomarse la molestia de venir a saludarnos, se convierte en un movid贸n de lametazos y saltos que nos paralizan un buen rato aun con la aparici贸n nada estelar de sus due帽os. S铆, tambi茅n es verdad que Kuko y yo no somos precisamente imponentes.
S贸lo les falt贸 presentarse, pero por ellos lo hicieron sus amos. Cristina y su padre me presentaron en pocas y claras palabras a "Gordo" y "Lola". Con un perro del tama帽o de "Gordo" y un gato en casa no cab铆a posibilidad de hacerse de otro perro. Pero 茅rase una perra en un principio elegida para ser "entrenada" como perro de pelea que termina, tras una cuchillada de orejas, abandonada en plena nieve en Bullas.
Ahora su destino m谩s inmediato es pasear suelta con su familia y con su guardaespaldas "Gordo" por la huerta y el malec贸n murciano. A veces uno puede permitirse el lujo de pensar que por cada hijo de puta hay un 谩ngel.
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Lola y Cristina. "Just".
La familia se aleja, Lola, junto al 谩rbol, nos dedica una 煤ltima despedida.
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En Italia, las arcas de la mafia ingresan cada a帽o, s贸lo en el cap铆tulo de -peleas de perros-, alrededor de 750 millones de euros; es decir, casi 125.000 millones de pesetas. Son cifras del informe -Zoomafia 2001-
En Espa帽a, por lo menos de momento, ese c谩lculo ser铆a imposible de realizar. Porque, como explica el comandante P铆rriz, de Seprona, -aqu铆 las peleas de perros no son delito, sino falta, de forma que aunque sepamos a ciencia cierta d贸nde se est谩 celebrando una velada, el juez nunca nos dar铆a la orden necesaria para entrar-. Ni podr铆amos detener a nadie, a no ser que en el mismo lugar se est茅n cometiendo otro tipo de actividades delictivas.
El sistema utilizado es literalmente una tortura hasta la locura. El entrenamiento tienen dos parte: una -psicol贸gica-, que consiste en enloquecer el perro hasta convertido en una m谩quina de matar, y otra f铆sica.
Para empezar, se les maltrata f铆sicamente, en todo momento, a golpes, pinchazos y lesiones de todo tipo, y se les encierra durante horas en peque帽os cub铆culos oscuros, para que odien todo lo les rodea. La droga es tambi茅n uno de los instrumentos habituales de adiestramiento: primero les enganchan y luego se la quitan, con lo que la furia del perro alcanza niveles de locura.
Otro de los m茅todos consiste en enfrentarlos a animales m谩s peque帽os que ellos, o bien de igual tama帽o que no est茅n adiestrados, para que al destrozarlos crezca su autoestima.
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