Grandes regalos

Los mejores regalos de estas navidades no han costado un duro, lo cual no quiere decir que no me hubiera gustado recibir otros que sí costaran tales duros. Casi todo tiene un precio, y el que en este aspecto se las dé de más profundo vive en otro mundo (involuntario y fatal pareado). Pero ese casi pueda dar muuuuuuuucho de sí, y bien cierto es que cuanto menos te caiga del cielo más desarrolla uno el arte de agudizar lo conseguido. Los mejores momentos de esta navidad (aún tengo pendiente descubrir por qué me gusta tanto la navidad cuando en mi casa lo que parece celebrarse es el nacimiento del anticristo) son lo que serían the greatest momentassos are:

-La recuperación tan rápida de Kuko. Tuvo un problema delicado del que tuvimos que operarlo rápidamente. Los perros no son quejicas como nosotros, son duros como rocas apiladas, no nos dábamos cuenta del problema porque él sólo quería calle y más calle, siempre contento. Hasta que un día comenzó a sangrar por la cara de forma alucinante (juro que seguía queriendo calle). Se le curó el asunto, se le operó, y aunque según la vete pudieron surgir problemas, esta navidad ha estado más contento que nunca. Siempre lo he querido mucho, pero hasta que no lo he visto malito no lo he valorado tanto. No puedes ver la totalidad de algo hasta que esa totalidad empieza a menguar por algún lado.

Viejos tiempos de Kuko, con mes y medio (Del tamaño de mi mano, y las tengo de Chinese!)

- Alguien que apenas conozco me mandó el siguiente vídeo, sentí que me habían hecho el regalazo. Mi primera reacción no la cuento porque no es nada fácil de describir por intensidad. La consecuencia de haberlo visto varias veces es intentar sustituir mi antipatía por las personas que pasan de los animales por auténtica pena y compasión, ya que me parece duro pasar toda una vida sin experimentar este tipo de sensaciones.

FELIZ AÑO NUEVO: SALUD, TERNURA, MÚSICA y RISAS PARA EL 2009.

(Y si ello no te es suficiente háztelo mirar este mismo año!)