Llorar a Bambi tras zamparlo.
"(...) Casi 10 de cada 10 españoles contienen a duras penas las nauseas y
visten de rabia su incredulidad primigenia frente a la imagen de
podencos, labradores, pointers, retrievers o galgos mutilados, arrojados
a pozos, abiertos a cuchillo para arrancarles el microchip, o colgados
de una soga hasta morir después de, sobre el suelo y con el extremo de
sus patas traseras, “tocar a piano” el réquiem de su agonía y la
obertura por la impunidad de sus asesinos. O al contemplar los cuerpos
de gatitos asfixiados dentro de bolsas tiradas a un contenedor, También
al saber de las hembras de orangután perfumadas, completamente depiladas
y atadas para ser violadas por hombres en prostíbulos de Borneo o
Tailandia. Y más cerca, en los “Burdeles Bestiality” de nuestra Europa.
A ese mismo casi 10 españoles de cada 10 le estremece ver las fotografías de perros colgados de garfios y despellejados sobre los mostradores de mercados de carne chinos o coreanos, o la de gatos sumergidos con vida en agua hirviendo en sus fogones para que después sea más sencillo despegarles la piel.
Pero a la vez:
Más de 9 cada 10 españoles, repuestos de las arcadas de observar el cadáver de un galgo ahorcado por cazadores de la rama de un árbol, o apaciguada su cólera por las imágenes de crías de foca recorriendo sobre hielo rojo los últimos centímetros de su corta existencia bajo los golpes de un hakapik, pagan la entrada, para ellos y sus hijos, a circos con tigres, leones, caballos, jirafas, elefantes o chimpancés drogados, sometidos a descargas, a encadenamientos, ayunos, sed, golpes, y al final de su espantosa biografía a la venta a un coto de caza, o a un circo aún más miserable, o al más barato de los sacrificios. Lo mismo, también con el robo de crías, el asesinato de madres, las mafias del tráfico de animales, las enfermedades físicas, la tristeza y la locura, para los presos de los zoológicos que con su dinero ayudan a perpetuar (...)"
JULIO ORTEGA.
No liberes la ocasión, en este mismo momento, de leer este increible texto pinchando aquí ----> https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10204951751289934&set=a.1479904274001.2064338.1125623170&type=1&theater
A ese mismo casi 10 españoles de cada 10 le estremece ver las fotografías de perros colgados de garfios y despellejados sobre los mostradores de mercados de carne chinos o coreanos, o la de gatos sumergidos con vida en agua hirviendo en sus fogones para que después sea más sencillo despegarles la piel.
Pero a la vez:
Más de 9 cada 10 españoles, repuestos de las arcadas de observar el cadáver de un galgo ahorcado por cazadores de la rama de un árbol, o apaciguada su cólera por las imágenes de crías de foca recorriendo sobre hielo rojo los últimos centímetros de su corta existencia bajo los golpes de un hakapik, pagan la entrada, para ellos y sus hijos, a circos con tigres, leones, caballos, jirafas, elefantes o chimpancés drogados, sometidos a descargas, a encadenamientos, ayunos, sed, golpes, y al final de su espantosa biografía a la venta a un coto de caza, o a un circo aún más miserable, o al más barato de los sacrificios. Lo mismo, también con el robo de crías, el asesinato de madres, las mafias del tráfico de animales, las enfermedades físicas, la tristeza y la locura, para los presos de los zoológicos que con su dinero ayudan a perpetuar (...)"
JULIO ORTEGA.
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