SURFING DOGS

VÍDEO: impresionante Surfing con perros

No a todos los perros les va a gustar surfear, pero a los que sí les gusta parece que se lo pasan de miedo.
¿O pasan más miedo que otra cosa?

Desconozco cómo los entrenadores miden la capacidad de gozo de los surfistas caninos, si es que este medidor se contempla. 

Cabe confiar en una mayoría de amos responsables que no pueden evitar transmitir su pasión por el surfing, una vez que ya los han visto felices sobre la tabla.

Pero con la avalancha de reportajes y vídeos en la red igual que la confianza cabe la duda,¿se puede considerar natural en un número tan elevado de animales o, por el contrario, lo natural es que fuera excepcional?

Y aquí podríamos concluir con un No Existe Perro No Excepcional, por lo que todo perro esconde un surfista 😎

Los entrenadores insisten en que son perros que aman el agua y lo toman como un juego, alegan que de tener miedo el entrenamiento es imposible. 

Intenta aplicar ese argumento a un circo.

Debemos entonces confiar de nuevo, y dar por sentado que todos los entrenadores y entrenamientos no son de crueldad cirquense, sino "de última generación".

Lo que es indudable es que las imágenes son preciosas y ayudan a normalizar que el mar sea un medio que también a ellos les incumbe como cualquier otro medio donde desarrollar el sentido del play. Aunque bastaría que usaran la tabla apenas un ratito para concebirlo como el juego que tal vez deja de ser cuando se alarga de más.

Si no es fácil aclararnos para encontrar equilibrio, queda considerar qué pesa más en la eterna balanza para que la ola de la paranoia y el tremendismo no esté siempre taponándonos la oreja. 

Si en cada vez más zonas costeras los amos pasan gran parte del tiempo haciendo deportes acuáticos, ¿está un animal mejor encerrado ansioso durante horas y martirizando con su ladrido a los vecinos o conectado con su amo para mantenerse ambos en pie? 

Si lo que queremos es que tengan visibilidad de su potencial para seguir al humano y de su disfrute con la naturaleza, ¿es esta otra forma válida o postureo californiano con posibilidades maltratadoras? 

No es simple con el mar de por medio engrandeciendo cualquier escena. 

No olvidemos a esos energúmenos frustrados y empeñados en hacer de su bicho un surfista (o cualquier otra cosa) cuando al pobre le entra TOC con solo pisar charcos. 

No olvidemos el poco poder de decisión que tienen los animales bajo nuestra aleta; pero a la vez, si no hay oscuras evidencias, la belleza y la tendencia natural del perro a los retos y a no abandonar a su humano en ellos, parece decidir en la balanza. 

Raquel Bermúdez González

LaRakeLa.com