Ayala versi贸n futura

El escritor Francisco Ayala muri贸 hace unos d铆as. Es oportuno comentar su obra, pero lo cierto es que yo nunca he le铆do nada de 茅l. Y en mi blog, que entre otros palos, toco el de los libros, vendr铆a al pelo marcarme un buen pegote en esos d铆as de las alabanzas de los que casi nadie se escapa.
Antes de tener el blog me molestaba a煤n menos que ahora en retener datos. Le铆a y ve铆a tantas pelis como ahora, pero a las semanas no me acordaba ya ni de directores ni de protagonistas, a veces ni de los t铆tulos. Mi memoria ni siquiera llega a selectiva, es directamente subjetiva: retiene de las historias lo que yo considero la esencia y el resto tiendo a olvidarlo. Con el blog no s贸lo comparto con los dem谩s el cine y la literatura que m谩s me ha llegado, sino que me sirve para compartirlo con quien m谩s me interesa, conmigo misma: un listado en el cyberespacio nunca se pierde, es la agenda electr贸nica por excelencia.
Tengo tantas pel铆culas y libros por descubrir que puede que inconscientemente (o no) haya elegido no tener un "trabajo al uso" para tener tiempo para todo lo que m谩s me llena. Porque claro, dar clases particulares, garabatear camisetas, editar v铆deos y escribir un blog no son curros de persona madura en esta nuestra great-society. 脡sa que va a pique de lisiarse.
Y aunque nunca intu铆 que la cosa fuera a ir tan mal, tampoco me gust贸 nunca tanto como para confiarle mi futuro, ni siquiera mi presente. Ahora me encuentro con una crisis que no me afecta (sigo yendo por libre como siempre, sigo ganando igual de poco que siempre), lo que me hace pensar si no ser谩 precisamente este momento el momento perfecto para hacer lo que a uno le da la gana. Claro que hablo de personas que no tienen a nadie m谩s a su cargo que a uno mismo, que no es poco. Puede que en la crisis haya un lujo encubierto, la de desenga帽arse de las reglas m谩s tiranas que siempre has seguido, cambiando peque帽os gestos o grandes decisiones, eso es lo de menos. Puede que sea el momento de explorar nuevas rutas, tanto interiores como superficiales, observar lo que siempre estaba cerca, valorar lo que pasaba desapercibido, y c贸mo no, tener tiempo para leer todo lo que merece ser le铆do. Ya sabemos que vamos de culo y que la cosa ir谩 a peor, pero leer es gratis y cultivar el esp铆ritu, no tiene precio.
Tras su muerte muchos leeremos por primera vez algo de 茅l, tal vez empecemos por "Tragicomedia de un hombre sin esp铆ritu", para que precisamente no nos falte. Ni pan, m煤sica, libros ni esp铆ritu. Para todo lo dem谩s la fucking-Mastercard.

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