PILI.

Se llama Pili, y fue salvada de esa muerte segura que les espera impaciente en medio de carreteras de grandes centros comerciales a hora punta de un s谩bado por la noche. Mi hermano y su chica pararon cerca de la Nueva Condomina cuando vier on que de los cientos de coches que pasaban s贸lo uno evitaba que fuera de nuevo atropellada. Mucho tr谩fico e imposibilidad de moverla por el dolor extremo en una pata, no es un animal peque帽o y manejable, mi hermano me llama algo asustado, yo no puedo hacer m谩s que buscar por la red una casa de acogida o protectora. Se presenta una pareja de polic铆a que ven铆an a multarle por no llevar chaleco reflectante, 茅l explica el protocolo con perros atropellados, si nadie se hace cargo del perro no hay servicio siquiera para una cura m铆nima, aunque estuviera echando sangre por un tubo lo 煤nico q se hace es comprobar el chip y si no tiene se sacrifica directamente. La chica-poli le dice al compi que miau, se pasa el protocolo por donde le llega su mism铆sima melena sospechosa de tendencias heavys, por el culo. As铆 que entre todos logran meter a la perra en el coche de mi hermano y son "escoltados" hasta una cl铆nica veterinaria. All铆 comprueban que los 贸rganos no est谩n da帽ados aunque la cadera parece que est谩 tocada. Con la urgencia de encontrar un lugar seguro para su recuperaci贸n las tres parejas hablan y comienzan a conocerse con la flu铆da inquietud de los desconocidos que acaban de complementarse, y como un c煤mulo de buena gente suele atraer a otra tanta, aparecen los amos de Pili que llevan horas busc谩ndola, la mujer se deshace en l谩grimas y no puede creer que su perra haya sido el centro de atenci贸n de unos j贸venes que decidieron gastar tiempo y dinero de un s谩bado (m谩s bien de varios) en salvar a un perro del que tendr铆an que hacerse luego, de alguna manera, cargo. Hay gente pa t贸, se帽ora, hasta pa´ lo bueno. Los rescatadores y amos se despiden, agradecidos, extra帽ados y excitados por la aparici贸n de un findesemana diferente y revelador de la mejor parte de uno mismo, esa parte que te lleva a conocer a aquellas personas que acaban apareciendo cuando te dejas llevar por la carretera m谩s desinteresada de todas las rutas que nos tientan. Los dem谩s poco m谩s que figurantes. A mi hermano Samuel, a Carolina, y a toda la gente buena que deseo, interesadamente, conocer.

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