El sentido de la vida

Texto de 脕lex Rovira (Pr贸logo de "El sentido de la vida" de Elisabeth Lukas, sobre el pensamiento esencial de VIKTOR E. FRANKL)

"En raras ocasiones tenemos el privilegio de leer un libro cuyo contenido sea tan revelador, l煤cido, honesto y extraordinario que, tras su lectura, se produzca un cambio significativo en la visi贸n de la existencia. Por ello me alegro y celebro, amigo lector, que esta obra que est谩 leyendo en estos momentos haya llegado a sus manos.
Viktor Frankl era doctor en medicina. Naci贸 en Viena el 26 de marzo de 1905 y sobrevivi贸 a la experiencia de cuatro campos de concentraci贸n Nazis, incluyendo el de Auschwitz, desde 1942 hasta 1945. Sus padres, esposa y familiares fallecieron en el Holocausto. Debido a estas terribles experiencias y a su propia alquimia interior, el doctor Frankl desarroll贸 una aproximaci贸n revolucionaria a la psicoterapia conocida como LOGOTERAPIA o terapia basada en en SENTIDO. Sus m谩s de treinta libros han sido traducidos a 26 idiomas y fue reconocido con 29 doctorados honoris causa en diferentes universidades del mundo. Ense帽贸 en la Universidad de Viena hasta los 85 a帽os de edad de forma regular y falleci贸 el 3 de septiembre de 1997.

El autor, que vivi贸 la destrucci贸n total de su entorno y el exterminio de sus seres queridos, que padeci贸 hambre, fr铆o, las peores brutalidades imaginables y que tantas veces estuvo cerca de la muerte, acept贸 que la vida era digna de ser vivida. Su obra es revolucionaria precisamente porque se sumerge en la esencia del sufrimiento humano llevado al l铆mite, as铆 como en los mecanismos psicol贸gicos que nos llevan a manifestar los mejor y lo peor de nuestra especia. Pese a las circunstancias que fraguaron su obra, su aportaci贸n se caracteriza por un mensaje extraordinariamente positivo sobre nuestra capacidad para superar adversidades y construir una vida con sentido no s贸lo para nosotros mismos, sino para los dem谩s.

Frente al discurso pesimista, la indolencia, el nihilismo, la pereza, el cinismo, el an谩lisis banal o la apolog铆a de la resignaci贸n, la experiencia y el mensaje de Viktor Frankl se hacen hoy m谩s necesarios que nunca, tantos a帽os despu茅s de aquella terrible situaci贸n para la humanidad. Ya entonces el doctor Frankl defend铆a que lo que verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida, ya que en realidad no importa que no esperemos nada de ella, porque es ella quien espera algo de nosotros, y esta respuesta no tiene que estar hecha de palabras ni meditaci贸n, sino de una acci贸n coherente basada en el compromiso con el otro, en el bien com煤n. En 煤ltima instancia, repite Viktor Frankl a lo largo de su obra, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo.

Y para ello, una de sus mayores aportaciones nace de un enunciado aparentemente simple pero profundamente revelador: la 煤ltima de las libertades humanas, la libertad esencial, aquella que nadie nos puede arrebatar, es la de elegir nuestra actitud, por dif铆ciles, dolorosas, o complejas que sean las circunstancias. En efecto, las experiencias de la vida en un campo de concentraci贸n muestran que el hombre tiene tal capacidad de elecci贸n.
En ese sentido, el autor se帽ala que aquellos que estuvieron en campos de concentraci贸n observaron a algunos hombres de iban de barrac贸n en barrac贸n consolando a los dem谩s, d谩ndoles el 煤ltimo trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en n煤mero, pero ofrec铆an pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo esta 煤ltima libertad para decidir su propio camino.

Y es precisamente esta libertad que no nos puede ser arrebatada la que hace que la vida tenga sentido y prop贸sito.

En consecuencia, si existe tal libertad incluso ante la m谩s grave crisis, el dolor, el sufrimiento y la muerte, el ser humano no est谩 totalmente condicionado y determinado, sino que es 茅l quien determina si ha de entregarse a las situaciones o hacer frente a ellas.
En otras palabras, el ser humano en 煤ltima instancia se determina a s铆 mismo. El hombre no se limita a existir, sino que siempre decide cu谩l ser谩 su existencia y lo que ser谩 al minuto siguiente, argumental el doctor Frankl.
Y es que el sufrimiento es un aspecto de la vida que no puede erradicarse, como no puede apartarse la muerte, porque sin ellos la vida no es completa, no es real: ser铆a una ficci贸n. Muchas veces es precisamente una situaci贸n externa excepcionalmente dif铆cil lo que da al ser humano la oportunidad de crecer m谩s all谩 de s铆 mismo.



Pero entonces, ¿qu茅 es lo que nos sostiene ante la adversidad, ante la dificultad o ante lo aparentemente imposible de superar?, cabe preguntarse. La respuesta que aporta el doctor Frankl es contundente: en esencia, la salvaci贸n del hombre est谩 en el amor y a trav茅s del amor. En uno de sus fragmentos m谩s conmovedores de "El hombre en busca de sentido", escribe: "Comprend铆 c贸mo el hombre, despose铆do de todo en este mundo, todav铆a puede conocer la felicidad (aunque sea s贸lo moment谩neamente) si contempla al ser querido. Cuando el hombre se encuentra en una situaci贸n de total desolaci贸n, sin poder expresarse por medio de una acci贸n positiva, cuando su 煤nico objetivo es limitarse a soportar los sufrimientos correctamente (con dignidad) ese hombre puede, en fin, realizarse en la amorosa contemplaci贸n de la imagen del ser querido."
Y esa contemplaci贸n no s贸lo se convierte en el ox铆geno an铆mico que le puede aportar algo de felicidad ante un entorno terrible, sino que de hecho se trata de la palanca para la esperanza necesaria que nos permite seguir viviendo.
Luego, el amor a un ser amado e incluso el amor a una tarea que realizar (amor y creatividad, en definitiva), son los pilares sobre los que se construye la esperanza y el sentido de la vida; son las respuestas al "´¿Por qu茅 vivir?". Por ello, "quien tiene un porqu茅 para vivir, encontrar谩 siempre el c贸mo" sol铆a decir el doctor Frankl. Pero para el alcance de ese sentido hay que ser capaz de trascender los estrechos l铆mites de la existencia centrada en uno mismo, y creer que uno puede hacer una importante contribuci贸n a la vida, si no ahora, en el futuro. Esta sensaci贸n es necesaria si una persona quiere estar satisfecha consigo mismo y con lo que est谩 haciendo, creando de este modo una vida con sentido, desde un yo que deviene un nosotros y desde una entrega al presente que crea un futuro construido desde la conciencia y el amor.

Por ese motivo conviene celebrar la existencia de este libro que ahora acompa帽a al lector. En 茅l encontrar谩 reflexiones de un calado profundo, llenas de lucidez, amor, bondad y esperanza. Su lectura no le dejar谩 indiferente, ya que la obra del doctor Frankl habla desde el alma. Como le铆 en un art铆culo de Jordi Nadal, editor de esta obra: "Leer a Frankl en las radiograf铆a de nuestra alma. Si su lectura deja trazas en nuestro interior, estamos en el camino del sentido. Nuestro cuerpo y nuestra vida han madurado, y somos personas que pueden ser designadas como seres humanos: aquellos que tienen derecho a aspirar a la felicidad. Por ello, su lectura y reflexi贸n sobre su obra es una experiencia irreversible. No es que mires al mundo cambiado, es que has cambiado. Leer las p谩ginas esenciales de este autor es tocar el tu茅tano de nuestra existencia".

Coincido plenamente con mi amigo y editor. Ambos creemos que en nuestra experiencia lectora no hemos encontrado nada m谩s revelador que la obra del doctor Frankl. Leer sus reflexiones y experiencias crea libertad y nos lleva a descubrir que el trampol铆n hacia ella reside en nuestra conciencia y amor; en el simple gesto de elegir en cada momento nuestras actitudes positivas, activas y constructivas basadas en el bien com煤n y el la voluntad de sentido.

Entren en estas p谩ginas y descubran su derecho a la felicidad y a la realizaci贸n. Aqu铆 encontrar谩n muchas llaves para abrir las puertas que conducen a ellas.
Bienvenidos a la celebraci贸n de la vida de la mano de un gran maestro.
Con profundo afecto y amistad..." 脕LEX ROVIRA.




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