POEMAS PARA JEFES DE PERSONAL - Bukowski -
(...)
Fumamos y las nubes nos ignoran.
Pasa un gato y se sacude a Shakespeare
del lomo.
Sebo, sebo, vela cual cera: nuestra espina dorsal
es d茅bil y nuestra conciencia quema
sin malicia hasta el final
lo que queda de la mecha que la vida
nos ha otorgado parcamente.
Un viejo me pidi贸 un cigarrillo
y me cont贸 sus problemas
y esto
fue lo que dijo:
que esta 脡poca es un crimen
que la Piedad se ha refugiado bajo m谩rmoles
y el Odio se ha refugiado en el
dinero.
Pod铆a haber sido un obseso sexual
o un santo.
Pero fuese lo que fuese
estaba condenado
y los dos esper谩bamos al sol
fumando
y mirando
ociosos qui茅n ser铆a
el siguiente.
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