Por qu茅 lo llaman fanatismo cuando quiere decir amor

"BILLIE JEAN" Versi贸n Madonna 1985 THE VIRGIN TOUR



Da igual que vayan pasando las horas, se nos hace extra帽o asumir esta muerte; da igual lo exc茅ntricos, sencillos, discretos o cantosos que puedan ser los genios, todos tienen en com煤n el don de la inmortalidad, y no me refiero al legado, me refiero a la sensaci贸n de broma macabra que rodea esa hora de la que nadie puede escapar. Se va. Pero uno queda tentado a imaginar que habita en alg煤n secreto pero terrenal lugar al cual s贸lo Elvis y otros privilegiados m谩s pueden llegar.

Soy mit贸mana.

Y me parto el aSS de ese tufazo autosuficiente que desprenden los que no pierden ocasi贸n para declararse no-mit贸manos, orgullos铆simos de su sentido com煤n. L谩stima que no sepan que rendir culto a seres de carne y hueso es uno de los mayores placeres que existen.

Siempre tendemos a simplificar y, si ese d铆a estamos ingeniosos, a ridiculizar; por ello no nos molestamos en apreciar las diferencias entre mit贸mano y fan谩tico, el primero tan cerca del amor como el segundo de la obsesi贸n. El fan谩tico tiene ida la pinza a priori, y el 铆dolo le sirve m谩s que nada para proyectar todos sus movidones; grita, se ara帽a la cara, y se hace la plancha en el pelo con sus propios dedos cuando el 铆dolo est谩 cerca, pero luego le invade una sensaci贸n de empane al no sabe muy bien por qu茅 ha ca铆do en exagerado trance. El verdadero amoroso, aunque lo prefiera, no necesita tener f铆sicamente cerca al 铆dolo para sentirse inspirado y, lo que es mejor, sabe perfectamente qu茅 le aporta lo adorado, reconoce e identifica con precisi贸n sus sentimientos.
Durante algunos a帽os me cre铆 algo m谩s fan谩tica de Madonna que mit贸mana, hab铆a sido admiradora de ella desde q ten铆a unos 9 a帽os y nunca hab铆a tenido oportunidad de verla, lo cual me gener贸 una imagen endiosada hasta el punto de temer el momento de verla en directo. Meses antes machacaba a mis colegas sin parar de preguntarles a todas horas: pero, y si me quedo pajarico? son m谩s de 20 a帽os de fan, y si me desmayo? y si me da ansiedad? y si me falta el aire? y si no puedo salir de all铆? YSIIIIIIIIIIIYSIIIIIIII. Pero ese d铆a lleg贸, y el d铆a que estuve vi茅ndola en primeras filas y comprob茅 lo reconfortante que era ver de tan cerquita a la propia Madonna en carne y hueso (m谩s hueso que carne, todo hay q decirlo), entend铆 que el amor que yo sent铆a por esta persona y por todo lo que nos ofrec铆a era lo m谩s sano y m谩gico que pod铆a sentir. Me dej茅 llevar por esas sensaciones que me recordaron a cuando, de muy joven, comienzas a conocer la noche: las luces brillan en otra escala, la m煤sica tiene un eco incitante y los colores te toman el pelo derivando en formas.

Mi coco no contempla la posibilidad de que la-Mado un d铆a se disuelva (paso incluso de poner el verbo), y aunque me ha dolido much铆simo la p茅rdida de Michael J; en lo que m谩s pienso es en todos esos fans que esperaban con el coraz贸n en un pu帽o el renacimiento de su 铆dolo. Personas que cumplir铆an el sue帽o de ir por fin a uno de sus conciertos, personas que cre铆an que su 铆dolo merec铆a una segunda oportunidad, que ellos mismos merec铆an otra oportunidad de ser felices a trav茅s de su m煤sica y su arte. Y es pat茅tico que no se respeten estos sentimientos que para tantas personas son devastadores. Se respeta que llores por la muerte de un familiar al que no pod铆as ver ni en pintura rupestre, pero no se respeta que llores por un supuesto desconocido al que, qui茅n sabe, puede que le debas m谩s que a la mayor铆a de tus conocidos.

Tuvo el mundo a sus pies, y no supo esquivar tal zancadilla, ¿qui茅n puede juzgar eso?
Si atendemos a Hermann Hesse y a su excitante visi贸n de que todos somos muchos en uno, su muerte puede servir para que el Michael que nos entristeci贸 se vaya para siempre, y el genio que recordamos con la misma nitidez que hace m谩s de dos d茅cadas, se quede por siempre con nosotros.

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