BEBER

Es normal beber del vaso equivocado a los 5 años, a los 15, a los 25; ya a los 35, si no eres robocop, te enfermará.

Hay quien prefiere estar enfermo a estar solo. 
Y siendo así, igual le da enfermar a los demás.

Ya nos dio tiempo suficiente para distinguir olores, apreciar los ricos aromas dulzones y ver venir el veneno tirando millas.
Da igual la sed que tengas y las ganas de autoexprimirte, mantenerte cerca de quien no tenga en cuenta tus opiniones y tus certezas (equivocadas o no) es negarte a ti mismo por inercia.
No solo en embotellado romántico, en la amistad y hasta en los encuentros empantallados; la educación, el saber escuchar, el responder con amabilidad, el no sobreproducir ironía, el respeto a la idea de grupo o pareja como fuerzas aliadas para un propósito aunque solo sea el de reírse, contra el despropósito de destacarse y significarse a cada sorbo... El trato entrañable es el único indicador seguro en el universo cambiante, si huele a otra cosa mejor pirarte.

Mientras tengamos la salud mínima para no depender de cualquier tercero, celebrémoslo siendo agua, escurrámonos.
Puesto que la salud es el reino más independiente, escúrrete de quien no te resulte "saludable".
¡Saluda siempre!

Sin miedo a quedar mal. A quedar como una fuerte corriente de soberbia, altivez, prepotencia, y más sinónimos que no alcanzan la historia, la herencia, la ruta personal por la que creemos merecer el agua menos contaminada del estanque del cuento.

Raquel Bermúdez González
22 marzo 2024 


DÍA MUNDIAL DEL AGUA






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