Alejandra hasta el Cabo
Texto dedicado a mi prima ALEJANDRA, criada y amada en Cabo Palos.
Mi prima Alejandra ha comenzado un duelo muy severo: el cierre de la fuente, la p茅rdida de la 煤nica maestra sin sustituta.
Es un duelo severo sea cual sea la edad de la trascendida, sea cual sea la vitalidad de las funciones que la madre a煤n alcanzaba.
Sea cual sea.
Pero cuando se da la circunstancia de que una madre se marcha joven y que adem谩s es el mism铆simo centro y coraz贸n de las funciones conjuntas, entonces el duelo tiene
Mi prima Alejandra ha comenzado un duelo muy severo: el cierre de la fuente, la p茅rdida de la 煤nica maestra sin sustituta.
Es un duelo severo sea cual sea la edad de la trascendida, sea cual sea la vitalidad de las funciones que la madre a煤n alcanzaba.
Sea cual sea.
Pero cuando se da la circunstancia de que una madre se marcha joven y que adem谩s es el mism铆simo centro y coraz贸n de las funciones conjuntas, entonces el duelo tiene
m谩s posibilidades de trepidante.
Hablo a diario con mi prima, asuntos que jam谩s compartir铆a por mucho que relate.
El prop贸sito de este texto no es 茅se, m谩s bien el contrario: mi prop贸sito es recordar que a las personas en duelo no se les pide que compartan informaci贸n de ning煤n tipo.
Ning煤n tipo es NING脷N TIPO.
En los primeros meses no hay ni que preguntar la hora.
Pues en verdad lo que est谩s preguntando es EL TIPO DE HORA QUE ES PARA ELLA. Recordarle los minutos y segundos en los que su ser amado ya no cuenta.
Llevo el ejemplo al extremo porque me parece la manera m谩s efectiva de que alguna mente obtusa se cosque.
Da igual que la muerte sea un accidente en el que nada tengas que ver, en el desierto del duelo cada pregunta suena a amenaza latente, a una bomba de culpabilidad que no sabes d贸nde desactivar, cu谩l de los incontables compartimentos secretos que de pronto emergieron del inconsciente ser谩 m谩s seguro si todos deciden por ti.
C贸mo vas entonces a preguntarle a un doliente, ¿pero qu茅 es lo que ocurri贸?
Lo que ocurri贸 es que nos morimos.
De d贸nde nace esa necesidad malsana de indagar sobre lo que ya no es solucionable.
Aprend铆 muy bien de d贸nde viene cuando partieron a la vez mi padre y mi 煤nico hermano.
En demasiados casos viene de algo tan vulgar como el morbo.
La morbosidad est谩 en todo personaje desprovisto de esp铆ritu, la de teor铆as desvergonzadas que tuve que escuchar hace siete a帽os, incluso en seres cercanos.
La morbosidad se dedica a tapar verg眉enzas y fracasos propios con los detalles dram谩ticos ajenos, alimentando y calmando la gula de sus demonios customizados.
Supongo que todos hemos sido as铆 alguna vez sin saberlo. El alg煤n momento nos tranquiliz贸 no ser los 煤nicos elegidos para la desgracia.
Hablo a diario con mi prima, asuntos que jam谩s compartir铆a por mucho que relate.
El prop贸sito de este texto no es 茅se, m谩s bien el contrario: mi prop贸sito es recordar que a las personas en duelo no se les pide que compartan informaci贸n de ning煤n tipo.
Ning煤n tipo es NING脷N TIPO.
En los primeros meses no hay ni que preguntar la hora.
Pues en verdad lo que est谩s preguntando es EL TIPO DE HORA QUE ES PARA ELLA. Recordarle los minutos y segundos en los que su ser amado ya no cuenta.
Llevo el ejemplo al extremo porque me parece la manera m谩s efectiva de que alguna mente obtusa se cosque.
Da igual que la muerte sea un accidente en el que nada tengas que ver, en el desierto del duelo cada pregunta suena a amenaza latente, a una bomba de culpabilidad que no sabes d贸nde desactivar, cu谩l de los incontables compartimentos secretos que de pronto emergieron del inconsciente ser谩 m谩s seguro si todos deciden por ti.
C贸mo vas entonces a preguntarle a un doliente, ¿pero qu茅 es lo que ocurri贸?
Lo que ocurri贸 es que nos morimos.
De d贸nde nace esa necesidad malsana de indagar sobre lo que ya no es solucionable.
Aprend铆 muy bien de d贸nde viene cuando partieron a la vez mi padre y mi 煤nico hermano.
En demasiados casos viene de algo tan vulgar como el morbo.
La morbosidad est谩 en todo personaje desprovisto de esp铆ritu, la de teor铆as desvergonzadas que tuve que escuchar hace siete a帽os, incluso en seres cercanos.
La morbosidad se dedica a tapar verg眉enzas y fracasos propios con los detalles dram谩ticos ajenos, alimentando y calmando la gula de sus demonios customizados.
Supongo que todos hemos sido as铆 alguna vez sin saberlo. El alg煤n momento nos tranquiliz贸 no ser los 煤nicos elegidos para la desgracia.
Pura y penosa ignorancia.
La desgracia, como la felicidad y el amor, es para todos. El desgraciado solo puede serlo porque sabe lo que le falta, porque sinti贸 alguna vez la calma, aunque fuera tan atr谩s que tenga que remontarse al l铆quido amni贸tico.
A todos nos toca un pack surtido. Es un plan divino del que nadie se escapa. De lo que s铆 se escapan algunos es de la delicadeza con la que tratar el plan.
Pido desde mi p谩gina, que en momentos as铆 es m谩s vuestra que nunca, que mi prima no sea preguntada.
Las respuestas que ella necesita son las respuestas que deciden si apoyar o no su proceso.
Un d铆a tendr谩 respuestas vitales, vaya que si las tendr谩. La inteligencia, curiosidad cultural, compasi贸n, noble cabezoner铆a y sensibilidad de mi prima (bonanzas muy heredadas por sangre femenina, inquebrantables Juanamari y Leonor) har谩 que un d铆a tenga unas respuestas y una transformaci贸n de la existencia que ahora no puede sospechar.
Ser谩 tambi茅n gracias a su gran sentido del humor, que es terapia casi tan milagrosa como la Mar.
Con este texto no pido atenciones para mi familia, esa petici贸n est谩 fuera de lugar. Faltar铆a m谩s que cada cual no pudiera elegir a qui茅n mirar de cerca y a qui茅n no. Lo que pido es que si decides mirar de cerca sea mir谩ndola de frente, te limites a estar, sin m谩s, sin pedir ninguna condici贸n a cambio, menos a煤n informaci贸n sobre c贸mo va la familia solucionando sus asuntos.
Ofreciendo un abrazo, un bocao de caldero, unos gusanitos a Mehdi, o basta con ofrecer m谩s la orePa que la boca.
Nadie ha de sentirse obligado a consolar por peque帽o que sea el pueblo y por api帽ados que estemos. Es una decisi贸n que debe responder a algo profundo, no a una cordialidad.
Nadie ha de sentirse obligado a consolar por peque帽o que sea el pueblo y por api帽ados que estemos. Es una decisi贸n que debe responder a algo profundo, no a una cordialidad.
Mi prima JuanaMari era as铆, respond铆a desde sus convicciones, no le interesaba la cordialidad. Mi padre era as铆, mi hermano era as铆. La parte de mi familia que me resulta m谩s interesante es as铆, con la cara lavada, el pelo extra帽ado y sufriendo y gozando de una incapacidad para la creaci贸n del personaje.
Los d铆as de entierro los personajes suelen evaporarse; en velatorio, misa o cementerio, nos volvemos embobados y aut茅nticos presenciado lo que al final somos. Muchas gracias a quienes nos acompa帽aron aquel d铆a, cada amigo y conocido fue un b谩lsamo con solo verlo aunque no lleg谩ramos a hablar.
Sabemos que algunas preguntas surgen de la compasi贸n, de un consuelo aut茅ntico en medio de otras intervenciones morbosas. Pero un doliente no puede dedicarse a diferenciar, la misi贸n de un doliente no es hacer apuestas, no es malgastar energ铆a en separar la paja del trigo, el doliente tiene que proteger su energ铆a de adivinanzas.
Creo que pasar por la tragedia de haber perdido de forma violenta a mi joven y 煤nico hermano, me fusiona sin miedo con los retos de mi extensa familia, con los retos de mis antepasados y con los retos que vendr谩n. Nuestra Juanamari era tambi茅n as铆, interesada en cuidar las ra铆ces de la familia. Nuestra fascinaci贸n por el 谩rbol geneal贸gico, nuestro tr谩fico de fotos antiguas era algo espont谩neo que a los dem谩s pod铆a parecer forzado y arcaico, pero a nosotras nos parec铆a no solo emocional sino divertido. Es muy divertido imaginar de d贸nde venimos incluso aunque nos precedan tragedias.
No hay que dramatizar ni cuando estamos rotos, la tragedia es condici贸n humana y trayectoria divina.
No me va a ser f谩cil remover mi propia trayectoria para compartir claves con Alejandra, por eso hago este texto, no por buenismo, sino cuid谩ndome tambi茅n a m铆, para protegernos a las dos.
Los d铆as de entierro los personajes suelen evaporarse; en velatorio, misa o cementerio, nos volvemos embobados y aut茅nticos presenciado lo que al final somos. Muchas gracias a quienes nos acompa帽aron aquel d铆a, cada amigo y conocido fue un b谩lsamo con solo verlo aunque no lleg谩ramos a hablar.
Sabemos que algunas preguntas surgen de la compasi贸n, de un consuelo aut茅ntico en medio de otras intervenciones morbosas. Pero un doliente no puede dedicarse a diferenciar, la misi贸n de un doliente no es hacer apuestas, no es malgastar energ铆a en separar la paja del trigo, el doliente tiene que proteger su energ铆a de adivinanzas.
Creo que pasar por la tragedia de haber perdido de forma violenta a mi joven y 煤nico hermano, me fusiona sin miedo con los retos de mi extensa familia, con los retos de mis antepasados y con los retos que vendr谩n. Nuestra Juanamari era tambi茅n as铆, interesada en cuidar las ra铆ces de la familia. Nuestra fascinaci贸n por el 谩rbol geneal贸gico, nuestro tr谩fico de fotos antiguas era algo espont谩neo que a los dem谩s pod铆a parecer forzado y arcaico, pero a nosotras nos parec铆a no solo emocional sino divertido. Es muy divertido imaginar de d贸nde venimos incluso aunque nos precedan tragedias.
No hay que dramatizar ni cuando estamos rotos, la tragedia es condici贸n humana y trayectoria divina.
No me va a ser f谩cil remover mi propia trayectoria para compartir claves con Alejandra, por eso hago este texto, no por buenismo, sino cuid谩ndome tambi茅n a m铆, para protegernos a las dos.
He decidido sostener a mi prima el tiempo que ella decida, y animarla a revalorizar cada talento y cada ser querido que nos queda. Esto suena tan mono y l铆rico como jodid铆simo es lograrlo, todo el que ha pasado por un gran duelo sabe que hasta los m谩s cercanos se convierten a veces en sospechosos de algo. Muy injusto para los sospechosos, pero m谩s injusto para el doliente, que necesita sospechar amor en cada movimiento.
Voy a apostar por ella como apost贸 alguien llamada Isabel por m铆, como me hubiera gustado que hubiera apostado una mayor铆a. Supongo que me ve铆an improbable, tras la tragedia les fue m谩s f谩cil imaginarme colgada en la Cala del Pino. Pero la Cala del Pino ya no es lo que era, as铆 que aqu铆 estoy, viva y distinguiendo lo que a煤n es.
Este texto es solamente una tentativa para que no lo pong谩is m谩s dif铆cil con comentarios inoportunos, este texto es para hacer barrido y facilitar el camino entre Alejandra y Mar.
Ya le compart铆 que ser谩 la Mar una de las Diosas que m谩s le sanar谩n.
Despejen la zona, despejen su curiosidad y dejen que mi familia se equivoque y atine, olvide o rememore su puzzle, pero sin piezas ajenas no requeridas.
Eso s铆,
abrazos y berberechos son bienvenidos.
馃檹馃檭
Voy a apostar por ella como apost贸 alguien llamada Isabel por m铆, como me hubiera gustado que hubiera apostado una mayor铆a. Supongo que me ve铆an improbable, tras la tragedia les fue m谩s f谩cil imaginarme colgada en la Cala del Pino. Pero la Cala del Pino ya no es lo que era, as铆 que aqu铆 estoy, viva y distinguiendo lo que a煤n es.
Este texto es solamente una tentativa para que no lo pong谩is m谩s dif铆cil con comentarios inoportunos, este texto es para hacer barrido y facilitar el camino entre Alejandra y Mar.
Ya le compart铆 que ser谩 la Mar una de las Diosas que m谩s le sanar谩n.
Despejen la zona, despejen su curiosidad y dejen que mi familia se equivoque y atine, olvide o rememore su puzzle, pero sin piezas ajenas no requeridas.
Eso s铆,
abrazos y berberechos son bienvenidos.
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Raquel B G - larakela 2025
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