I'll See You in My Dreams
Una rara ocasi贸n para respirar por los ojos, en cada fotograma, elegancia, sosiego y acomodado inconformismo,
Maravillosa actuaci贸n de Blythe Danner, que lo tiene todo excepto juventud y amor; es decir, que no tiene nada excepto una casa fant谩stica con piscina y perro. Este 煤ltimo muere nada m谩s empezar la historia, se convierte en un personaje invisible pero poderoso en la contenida amargura de quien disimula bien ante s铆 misma, disfruta con sus amigas, sus copas y su falta de prejuicios a la hora relacionarse con quien comparta con ella el gusto por un vino blanco. Por ejemplo, un joven limpiador de piscinas, que parece enamorarse de la interesante vida que pudo tener alguna vez esta estilosa dama.
La relaci贸n perro-humano es tratada de una manera igual de estilosa, sutil pero delicadamente poderosa, s贸lo son apenas unas escenas, pero sinceras como el m谩s largo alegato que pueda hacerse. Las despedidas de nuestros animales son consideradas duras p茅rdidas, con toda la rabia silenciosa que inunda tambi茅n la p茅rdida de un animal humano.
Incre铆ble la qu铆mica de Danner con Bill y TODOS los personajes, que no son pocos y han de repartirse con apasionante sencillez un tiempo limitado, cada vez m谩s limitado por mucho que ellos se empe帽en en ralentizar. Nos regalan un directo aviso sin matices: a partir de los 50 todo pasa a toda leche, hay que ponerse las pilas. O tal vez s贸lo haya que relajarse y beberse el momento como si no existiera nada m谩s. Qu茅 sabe nadie, tal vez no sea necesario aspirar a m谩s que pasar un buen rato chapurreando en un karaoke mientras imaginas que has triunfado toda tu vida como una singer-star.
Comentarios
Publicar un comentario