Diario incierto 4

Primer ciclo chutado para Enrique, miedo novato superado, cada peque帽o escal贸n saltado es como una monta帽a rusa conquistada, cuya cima ser谩 en todo momento ilocalizable, como los focos de infecci贸n cuando las defensas bajan por esa misma monta帽a.
Esther ya ha asumido que hay dos t茅rminos que debe adoptar y alimentar como antes rescataba y acog铆a animales: el nuevo perro se llama INCIERTO, el nuevo gato se llama ILOCALIZABLE.

Qu茅 r谩pida y 谩gil es nuestra mente cuando se ve obligada a funcionar bajo las 贸rdenes de un nuevo marco, palabras que ya conoc铆amos y us谩bamos torpemente se convierten en otras mucho m谩s importantes cuando el contexto es inesperado, nos adaptamos a ese nuevo nivel en cuesti贸n de horas, palabras que se esfuerzan en determinar lo indeterminado.

El "lenguaje doliente" dispensado por el personal profesional puede ser casi tan peligroso como la propia enfermedad, puede ser tan escamoso y tramposo como un Tac.
Septiembre, Enrique en el hospital, con una infecci贸n ilocalizable.
Al lado de 茅l, Esther logra en los libros encontrarse.

Cuando a su padre le quitaron en junio inesperadamente el bazo qued谩ndose lo otro dentro, super贸 el shock cuidando a Enrique mientras le铆a "El universo oye lo que sientes", WAYNE DYER; y "Un verano sin hombres", SIRI HUSTVEDT.


Ahora se autocuraba emocionalmente con "La rueda de la vida",el insuperable testamento espiritual de Elisabeth K眉bler-Ross. 

Aunque los libros la enriquec铆an de forma brutal, las personas con las que hablaba en ingresos, revisiones, pruebas y quimio conformar铆an parte de el aut茅ntico libro de su vida. Aunque siempre con la esperanza de que s贸lo representaran el pr贸logo de una propia y habitable historia.
Personas con una experiencia vital asombrosa le detallaban su drama con fuerza admirable, Esther sent铆a que se encontraba con ellos por destino, para aprender, para fortalecerse, a todos los ve铆a por encima de s铆 misma, a todos los ve铆a maestros de algo que ella a煤n necesitaba aprender. Mil dudas y la m谩s importante de las certezas: era una diminuta novata deseosa de absorber conocimientos o, como m铆nimo, "intuiciones progresivas". 

Conocer a C. y compartir, literalmente, cientos de horas de incertidumbre con ella en la Arrixaca durante todo junio hab铆a sido la experiencia m谩s abrumadora y estimulante jam谩s vivida, sobre todo cuando llorando le confi贸 ser la madrina de alguien muy especial que se hab铆a hecho desafortunadamente popular en todo el pa铆s por un final dur铆simo que no ser谩 aqu铆 mencionado. Su ahijada ahora es su 谩ngel, ambas tienen los mismos bell铆simos ojos azules, rasgados y superpuestos a una cochambrosa realidad que no lograr谩 alcanzar y apagar esa sobrenatural luz celeste. 

Ella no era de este mundo, querida amiga. 
Sabemos lo f谩cil que es escribirlo mientras el dolor te come, pero quedamos en eso las dos y esa alucinaci贸n tan real te tranquilizaba, y te tranquiliza. Ella no era de este mundo.

Tal vez se debiera a una sensible visi贸n pr谩ctica de lo que deb铆a ser la vida o tal vez a un respeto reverencial, pero Esther recog铆a y atesoraba cada historia en un diario privado, puede que no 铆ntimo pero s铆 privado, la intimidad hab铆a perdido valor desde que hab铆a mostrado a un mont贸n de desconocidos sus signos de cansancio, confusi贸n y tristeza. 
Hab铆a intentado vanidosamente ocultarlos pero eso resultaba m谩s agotador, prefiri贸 exponerse, exponer mand铆bula tensa y mirada de Candy-Candy postpunk a m茅dicos, enfermeros, familiares de enfermos, cuidadores nocturnos, limpiadoras, visitas de estudiantes en pr谩cticas, amigos de los familiares de los enfermos, visitantes ocasionales de compromiso que apenas conocen al enfermo pero s铆 al cuidador, una espiral que cuando logra parar y estabilizarse crea una sociedad en s铆 misma. 

Por mucho que le aliviara leer y escribir la mirada interior necesitaba descansar, y encontrarse con los otros, conocidos o no, encontrarse tambi茅n con su padre, mirarse y sin hablar decirse...

Da igual lo poco que nos entendi茅ramos antes, ahora lo estamos haciendo bien. En estos momentos es cuando se entienden todas las palabras que no se dijeron a tiempo, porque las acciones y la voluntad tienen siempre la 煤ltima palabra. No hablo de que estemos haciendo lo excepcional, simplemente hablo de no huir, de pasar de v茅rtigos y atrevernos a subir a una noria hiperactiva sabiendo que, lo mejor que puede ofrecernos, es que no pare... dibujando la misma circunferencia una y otra vez, mientras te tienta con mareos y nauseas nosotros despistaremos sus intenciones admirando las vistas cada vez que estemos en un punto alto. 
¿Notas las dotes de mi hermano para distraerte con cualquier cosaYo sab铆a que ten铆a un hermano amoroso, pero no sab铆a hasta qu茅 punto era un hijo tan comprometido, entra帽able y sensible con tu enfermedad, espero que puedas ver lo grande que es... espero que entiendas qu茅 gran suerte es tenerle. 

Podremos descansar algunos d铆as, pap谩, cuando las fiebres y el dolor bajen de la noria, del super-loop, de la monta帽a rusa y del castillo del terror. 
Nos sentaremos en una terraza con nuestros 谩ngeles ladradores, comeremos patatas al ajo caba帽il, beberemos cerveza y volveremos a ser tan sencillos e ignorantes como antes.

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