Murcia y basura, el éxtasis de los petardos

Tras la pasada semana de
Fiestas de Primavera,
 hoy acaba la semana de
Mierdecita Florecidita.



Nos encanta Murcia, disfruté nuestras fiestas ateniéndome a lo que vendría luego. 
Como tanta gente que no acaba de entender lo que luego se ve.
No recalcamos lo suficiente que, entre las montañas de basura, hay también montañas de personas disfrutonas que a la vez se oponen a las evitables consecuencias.
Además del destrozo de cada una de sus calles está la "consecuente" respuesta viral al denunciar en redes sociales el estado arrasado de la ciudad. "Eres un amargue, colega", esclafan sus tres neuronas desenterradas a todos los que ponían el grito en el cielo.
¿No será auténtico amargue quien no pueda pegarse una gorda si no es pestufeando allá donde se arrastre la esparteña?

Con la psique tan al Limit dan por hecho que no podemos gozar quienes no plantamos estiercol en el asfalto, menos van a creer que gozamos aún más que ellos.
A este garru-ideario colabora en su totalidad las mínimas campañas de concienciación de las autoridades. Cuyos intereses festivos se centran en que sus bombardeos artificiales logren la ocupación de tímpanos los más lejanos posibles, gran ilusión lograr eco hasta en la playa del Saler.

Bastaría aligerar algo la inversión en explosivos y traspasarlo a publicistas cuya creatividad desfavorezcan esta normalización del arrase.

Arrase por tierra y cielo. Pues el bombardero fue más agresivo que nunca. Empezó antes de Las Fiestas de Primavera, para honrar, cága-T, a la mascletá valenciana en la Plaza Circular. 
También una exposición por las calles céntricas de figuras semi-falleras que homenajeaban las fiestas ajenas de San Juan. No quedaba muy nítido el sentido, la gente se preguntaba si todo aquello ardería o se lanzaría al río junto a la sardina gigante que tira agua por el pico. 

Después, ya en nuestras fiesta, TODOS LOS DÍAS disparo que te pego, y claro, con esos precedentes, para el Entierro de la Sardina se esperaba en el cielo la Mundial.

Salimos de fiesta muy temprano, de tardeo, me daba tiempo a llegar a casa a la hora de la traca final y paliar la tortura que les supone a tantas personas y animales. Aunque puedo paliar un poquito el sufrimiento de "Parri", pienso en personas enfermas, mayores, niños, que bien por no estar en ese momento bien atendidos o por un exceso de sensibilidad a algo de por sí violento, no pueden aislarse por completo.  Pienso en los animales de la calle, no sólo perros y gatos, y en los caseros cuyas pésimas atenciones no se diferencian de estar en la calle.

Según se nos alerta el tímpano sufre daños a partir de 80 dB, la pirotecnia suele superar los 125 dB y en demasiadas ocasiones se acercan a los 200 decibelios.
Esto es una medición objetiva, luego estima las patologías y sensibilidades de cada uno y, en el caso animal, la capacidad para multiplicar la percepción de ese impacto.

Encima las explosiones este año fueron de madrugada, a una hora no dada en otros años, por una sucesión de imprevistos que ralentizaron el desfile previo.
 Existe una regulación en pirotecnia en grados de dB respecto a franja horaria que parece haber sido creada como experimento demostrativo de lo mucho que puedes descojonarte de una normativa sin que te llegue jamás la multa asignada. 

Y es que hay que quitarse el complejo y el miedo a denunciar ciertos "ritos de la alegría".

Pienso en la estupidez de simular media hora de guerra de madrugada, con sus consecuencias cardíacas dilatadas donde no es posible localizar origen a no ser que la palmes en ese mismo momento, ocurre con muchas aves entre otros animales. 
"Gracioso" es el cuento de los gatos como principales aniquiladores de los voladores.

Me encantan los colores y la luz de los castillos, que lucen más destacándose en las versiones que lanzan otras ciudades avanzadas. Me encanta a pesar de la contaminación, no podía ser perfecto.
Qué inteligente son las propuestas de los lugares que van sustituyendo las bombas por detonaciones más sutiles, zigzagueantes silbidos y músicas para acompañar la colorida fugacidad.

Cuanta más se ofrece menos se necesita imponer, cuanto más grande es el complejo mayor necesidad de imponerse, aunque sea disfrazado.
Y esta imposición del fuego disfrazado de buen rollete es la densa cortina de humo.
Porque..., ¿cuánto tiene que ver con el deseo de celebración cuando ya hemos llegado a un punto alto de información en el impacto a tímpano, coco y corazón? Y cuando además llevamos interesantísimos estudios sobre las bondades de la música para redensificar alma y culo 🤤

Seamos más o seamos menos "receptivos" 
(1 de cada 100 niños padece autismo)
cuando se alcanzan niveles máximos de explosión , que solo pueden esquivarse trasladándote de ciudad, sepamos al menos que estos niveles están más cerca de proyectar Dominio & Autoridad que de espolvorear
"ALEGRÍA PARA TODOS".
Y es que suma encima y debajo la renacida moda en esta tierra de imitación a la fogosidad valenciana.
Imitar la parte menos enriquecedora de las fiestas de otros lugares deja en evidencia las nuestras, donde tantos murcianos trabajan con ahínco para exaltar lo suyo. 
Cuando nuestras fiestas cambien que sea por evolución, no por retroceso.

Esta fantasía de parecerse a la comunidad vecina es algo ridi y desfasadísimo, un complejo que algunos arrastran desde los 80-90, cuando Valencia fue cuna de un movimiento cultural y musical brutal y recibía toda atención mediática a pesar de que Murcia y Alicante también tuvieran participaciones.
Cierto que su ACTVidad quedara un poco al Límite. Pero los locales, aunque influenciados, no eran imitadores ni dependientes de los templos valencianos, funcionaban de lujo con su propia electro-sincracia. La atención tanto del momento como en documentales posteriores pocas veces reflejaba la onda expansiva hacia las dos provincias subyacentes por considerarse "salas inferiores"; pero en la transmisión clubbing estas salas de inferiores no tenían nada siendo pisadas por Ramones, Peter Murphy, The Mission, Alien Sex Fiend, Invisible Limits, etc... y los Djs de la vega baja.
De la Ruta del Bakalao la idea que más ha quedado es que atañe solo a la provincia fallera y que en 1990 falleció, ambas cosas no son del todo ciertas. En el momento que hay tribus repitiendo con asiduidad un recorrido y visitando en ese recorrido locales con el mismo estilo musical en provincias cercanas hasta llegar a la Meta o quedarse a las puertas, a base de repetición se amplía esa ruta, por lo mucho que influyó lo que se hizo en la fascinante Valencia.
Es cierto y admirable que un gran contenido de valor se concentrara en esa urbe con su cultura musical, su puesta en escena y un interés en la expresión artística y la performance.
Pero la mayoría de performances eran idénticas en la cara A y la cara B de la fiesta (nombrar la zona sur como la ruta-alcachofa no mola), estuvieras en Valencia o en el "Límite" de Murcia. La experiencia sensorial podía ser idéntica si valoramos cuáles eran las grandes performances: las generadas por las drogas de diseño interactuando con lo que de verdad importaba y desde arriba "se importaba": 
LA MÚSICA.

En aquellos principios de los 90 que empezamos a salir, muchos lo hacíamos de la mano de quienes sí rutearon los 80 en la comarca sin sueño.

Sus crónicas eran muy gráficas.

El Dj de nuestro grupo, Dj Chuzo, nos invocaba para escuchar las grabaciones de sesiones que hacía en su casa (y más tarde en EL IMPOSIBLE, Zoco Alcazaba, La Manga). Cuando la sesión llegaba a un punto álgido, más de una vez alguno de los asistentes se acercaba a la mesa de mezclas y en tono extasiado pero acoplado con respeto al temazo añadía "Esto es música para fuegos artificiales..."

Era una manera tan sentida como inconsciente de decir que lo que se pinchaba en nuestra tierra estaba a la altura de los respetados bafles.
En este caso un Dj de un minúsculo pueblo como Cabo Palos. Lo cierto es que a Salva (Chuzo) se le podían ir muchos las mezclas, pero nuestra generación de 15 años tenía a ese Dj particular que con los siete años que nos llevaba había vivido tanto como para pinchar a la vieja usanza, casando el postpunk, gothic y guitarreo con Megabeat, Double Vision, Piropo, o lo último de Contraseña Récords... Chuzo era nuestro Maxipop de carne y hueso.

Cuanto más salíamos y más conocíamos el poderío clubbing de Murcia y Alicante: Vatios previo a Revival, Metro, The End, Xtación, Yin Yang, Hook, KKO, Central Rock, Límite, Camelot, ... y paro por parar, porque como hile fino incluyo esa pasada llamada Necro (en el corazón de las Taskas), Ven Ven, Revés y El Rastro, en Murcia. Cuanto más gozábamos menos nos comparábamos con la Ruta auténticamente Destroy, completamente inmersos en vivirlo sin ser conscientes de dejarnos piel y suela en un fenómeno, ya fuera de calibre menor que el Fenómeno oFicial.

Cuando la Ruta explotó a nivel mediático, de pronto aparecio peña "inédita" con camisetas de NOD comiendo cabezas a siniestro total sobre las fiestas que se pegaban en el Don Julio. Era gente que no habíamos visto de fiesta jamás, ni por Alicante en el aniversario de los mejores garitos. Apareció en Murcia lo que llamo el fenómeno techno-ghost, cuanto menos salía de ruta un murciano (ni Cara A ni Cara B), más mencionaba Valencia y más infravaloraba las particularidades y la cultura de la noche murciana.
Estos perfiles que no disfrutaron lo que deseaban, quemaban unas fantasías tan distorsionadas que mezclaban conceptos, desayunaban paella mix caldero, almorzaban agua de Valencia y celebraban cada anécdota gastando un cuarto de sueldo en petardos. Cuando les decíamos lo gilis que eran de gastarse en eso tanta pasta, argumentaban orgullos que eran regalo de sus colegas de Spook Factory.
Cuando los unicornios aún no existían ellos ya eran sus mejores amigos.

Ahora, en 2024, cabe preguntarse si este renacimiento en las fiestas murcianas de imitar a los valencianos con decibelios atómicos puede implicar que, "en algún punto de la alta cadena", se encuentre ese perfil acomplejado que no disfrutó en su momento lo suyo y ahora le quede imponer un refrito de sus fantasías mascletienses.
Imponer cada vez más y más ruido. Más suciedad, más fuego, más vistosidad a cualquier precio.
Porque si hay que dar el pego y fingir que estamos celebrando importantes logros murcianos, hazlo a lo grande, bufa tu complejo de incompetente y ordena lanzarrrrr... tira, tira, que los asustaditos se jodan, tira, 
tira todo el fuego que puedas.
Que sepan quien manda, NEN


Raquel Bermúdez González
LaRakeLa.com 2024


Vídeo - sonido: Candy Girls




LAS CONSECUENCIAS EN LOS ANIMALES DE LA VIOLENCIA PIROTÉCNICA en cualquier ciudad: PARADA CARDIACA. 

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ENTIERRO DE LA SARDINA 2024
Con muestras de arte y esfuerzo muy disfrutables, pero con toneladas de plástico en todos sus tintes y estilismos.

Vídeo: El pueblo está tan de buen rollo que celebra a un funcionario de mantenimiento. 

 Un aplauso tan cínico como merecido. 
















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